FIESTA DE GRADUACIÓN
Este año se ha graduado Saúl de infantíl y Jorge e Inés de primaria.
Como decía el abuelo de Saúl en una carta, para la mente de un adulto esto no es tan importante, pero para el graduado si. Al hilo de todo esto, me viene a la cabeza una reflexión: padres y educadores ¿realmente nos ponemos en la piel de los niños? o educamos a partir de nuestros preceptos de adultos.
Como no puede ser de otra forma, la graduación de Saúl fue un momento sensiblemente feliz, para su tutora, para nosotros los especialistas y por supuesto para su familia. Pasará para primaria, el próximo año, aún así, seguirá con nosotros; estaremos contentos y orgullosos de verle crecer como alumno y como persona.
Como tutor no puedo decir lo mismo de los dos miembros de esta pequeña familia que inician otro periodo de sus vidas en la ESO. Son tantos momentos compartidos....
Mis sensaciones fueron una mezcla de felicidad, nostalgia, cariño, tristeza....
Se han portado tan bien, han aprendido tanto y me han enseñado tanto.
Vuestro cariño y confianza en mi, me han hecho cambiar como maestro.
Ya no se me hincha tanto la vena de la cabeza cuando las cosas no salen bien.
Ahora no echo balones fuera cuando no trabajáis, estudiáis, o no prestabais atención.
Hoy en día siempre busco la forma de motivaros (proyectos, gamificación...), intento enseñaros a trabajar, investigar, estudiar...
Ya no soy ese docente cuadriculado que imponía sus reglas, sus contenidos, sus actividades...
Escucho vuestras opiniones, tengo en cuenta vuestros sentimientos, parto de vuestros intereses, os dejo crear, construir...
Y todo este cambio ha sido fruto de vuestra confianza, de vuestra escucha y de apostar siempre por mi, a pesar de lo mucho que me equivoco y me despisto. Me habéis aceptado tal y como soy; con vosotros siempre me he sentido respetado.
Personalmente preferiría que continuarais con nosotros, pero es un viaje necesario que tenéis que emprender, es una etapa más que tenéis que dejar atrás; por eso os deseo lo mejor.
Pero no voy a deciros ADIOS, prefiero deciros HASTA LUEGO;
ya que que aquí, en este pequeño cole, hay una pequeña familia que os estará esperando con los brazos bien abiertos.
Un abrazo muy fuerte.
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